En 1861 se construyó el edificio principal del terreno (actual museo de la bodega), que funcionaba como un molino de trigo. La hijuela que atraviesa la propiedad permitió la colocación de una rueda hidráulica (noria) a fin de generar energía asociada a la molienda de cereales. A fines de siglo XIX, en el año 1894, Mendoza ajusta su modelo de producción a la vitivinicultura, y se produce la transformación de la tecnología de este molino de cereales a molienda de uva. En el año 2002, y ya bajo propiedad de los actuales dueño, se comenzó en la bodega una restauración, ampliación y tecnificación conservando las grandes construcciones del siglo XIX. La nave principal es una de las 3 primeras bodegas que se construyeron en la Provincia de Mendoza, y la única de esas 3 que se encuentra operando en la actualidad. Su antigüedad y su arquitectura hicieron que en el año 2004 fuese declarada Patrimonio Histórico Cultural y Arquitectónico del Departamento de Luján de Cuyo.